Sin autorización
municipal y del Senasa. Dos fueron cerrados de manera definitiva.
En un operativo
conjunto, realizado en el distrito de Pueblo Nuevo, se intervino cuatro
inmuebles utilizados para elbeneficio de aves, sin contar con autorización
municipal, tampoco del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa). Dos de
estos camales clandestinos fueron cerrados de manera definitiva debido a que no
subsanaron las observaciones referidas a salubridad evidenciadas por las autoridades
en una primera inspección.
LOCALES INTERVENIDOS
La intervención, en
la que participaron subprefectura, Senasa y el gobierno local, fue en la
tercera cuadra de la av. Progreso, primera cuadra de la av. Grocio Prado, en el
jr. Los Mártires y en el asentamiento humano José Carlos Mariátegui. Ninguno de
estos predios tenía documentación para la actividad de camal de aves y sin
embargo operaban prácticamente toda la semana desde la noche hasta la madrugada
sirviendo como centro de acopio y beneficio.
Durante la
inspección, en el inmueble de Progreso, se encontró a un grupo de personas
trabajando en el negocio clandestino. La evidente falta de salubridad, y la
carencia de las autorizaciones respectivas, motivaron su cierre. En el segundo
local, ya se había paralizado las actividades, al parecer, informados del
operativo, pero al detectarse que se trataba de un camal, también fue cerrado.
La subprefecta Rocío Yataco refirió que la clausura es permanente.
Las autoridades
acudieron a los otros dos centros de beneficio de aves y una vez más la
observación era la falta de licencia, sumado a deficiencias sanitarias. Según
información oficial, por ser la primera inspección se ha procedido con la
paralización de labores de manera temporal, exhortando a los propietarios que
subsanen las infracciones. De no hacerlo correrán la misma suerte que los
locales de Progreso y Grocio Prado.
Vecinos de estos
lugares ya habían advertido la presencia de roedores, así como el incremento de
moscas por el funcionamiento de los camales clandestinos, instalados en zona
urbana, que no tendrían buena eliminación de la sangre e intestinos de las
aves, generalmente, pollos sacrificados. Asimismo, se ha registrado incidencia
de atoro de las redes de desagüe, ya que, las plumas muchas veces terminan en
el alcantarillado.


