PISCO
Lo que debía ser una
jornada deportiva terminó en una violenta y lamentable batalla campal en el
estadio Teobaldo Pinillos de Pisco. Un partido de fútbol, cuya finalidad era
simplemente entretener al público local, derivó en escenas de caos y violencia
que dejaron varios jugadores con graves lesiones, incluyendo heridas en la
cabeza, así como el robo de sus pertenencias personales.
El partido entre
Alianza Pisco (Pisco) y Los Diablos Rojos (Huancavelica), por la Copa Perú, en
el Teobaldo Pinillos, termino con el marcador 1 a 1 y esto fue el detonante de
las lamentables acciones de los hinchas locales.
Según testigos
presenciales, los hechos ocurrieron al finalizar el encuentro, cuando se desató
una pelea generalizada entre jugadores, miembros del comando técnico y personas
no identificadas que ingresaron al campo de juego sin ningún tipo de control.
Lo más alarmante fue la falta de presencia policial efectiva para contener la
situación, lo que permitió que los atacantes actuaran con total impunidad.
Al menos tres
jugadores resultaron con lesiones graves, incluyendo fracturas en la cabeza y
contusiones múltiples. En medio del desorden, varios de ellos denunciaron que
fueron despojados de sus objetos personales —ropa, celulares y documentos— sin
que nadie interviniera para detener a los responsables.
Esta situación ha
generado una fuerte indignación en la población, que exige respuestas y
responsabilidades claras por la negligente actuación de las autoridades
encargadas de la seguridad. Las miradas apuntan directamente al Ministro del Interior,
al jefe de la Región Policial Ica y al comisario de la PNP de Pisco, quienes
habrían fallado en garantizar el resguardo de un evento público de alto riesgo.
“Esto no puede
volver a ocurrir. Es indignante que no haya ni un solo efectivo que impidiera
esta barbarie. ¿Dónde estaban las autoridades?”, declaró un testigo,
visiblemente afectado por lo ocurrido.
El hecho reabre el
debate sobre la falta de planificación y prevención en eventos deportivos en el
país, así como la urgente necesidad de aplicar protocolos de seguridad más
estrictos y eficaces. Se espera que en las próximas horas las autoridades
emitan un pronunciamiento oficial y que se inicie una investigación para
determinar las responsabilidades correspondientes.
Mientras tanto, el
fútbol en Pisco queda manchado por la violencia y la impunidad.
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