COMPACTADOR DE LIMPIEZA PUBLICA ABANDONADO POR DEUDA DE MUNICIPIO



 CHINCHA BAJA 

La situación del servicio de limpieza pública en Chincha Baja se encuentra en un estado alarmante, la cuestionada alcaldesa Mirtha Hernández, pareciera que aun esta aprendiendo la gestión pública y cada vez el distrito de Chincha Baja está en el abandono.

Hace aproximadamente un año, el municipio adquirió un camión compactador nuevo, con una inversión cercana a más de medio millón de soles (550 mil soles). Sin embargo, este vehículo se encuentra actualmente malogrado y abandonado en el depósito del Coliseo Municipal, sin haber cumplido eficientemente su función ni recibido la atención técnica oportuna.

Como si esto fuera poco, otro camión compactador, previamente reparado, permanece también abandonado en un taller mecánico ubicado en la antigua Panamericana sur, debido a una deuda que asciende aproximadamente de 30 mil soles que la municipalidad de Chincha Baja no ha pagado a pesar del costo relativamente bajo de la reparación, la cuestionada alcaldesa ha preferido ignorar esta obligación y dejar el vehículo en desuso.

Mientras tanto, el servicio de recolección de residuos sólidos se realiza improvisadamente con un volquete, que opera en doble turno, consumiendo aproximadamente 40 galones de combustible diarios. Esta solución no solo es ineficiente y costosa, sino que pone en riesgo la salud pública de toda la población de Chincha Baja que está al borde de una crisis sanitaria.

Lo más preocupante es que, en medio de esta negligencia evidente, la señora alcaldesa pretende adquirir un nuevo camión compactador generando dudas y preguntas.

¿Por qué comprar un nuevo compactador si ya se cuenta con dos vehículos que podrían estar operativos?

¿Qué intereses hay detrás de esta nueva adquisición?

¿Se estaría pretendiendo sobrevalorar el precio de este nuevo camión, tal como ha ocurrido en otras gestiones cuestionadas del país?

¿Por qué no se prioriza la reparación y puesta en funcionamiento de los vehículos ya existentes?

La población exige transparencia, responsabilidad y compromiso real con la salud pública. Chincha Baja no puede seguir siendo víctima de decisiones administrativas sin sustento técnico ni moral.

Instamos a las autoridades competentes, a los regidores, a la Contraloría General de la República, al Ministerio Público (Sí es que existen) a que investiguen estos hechos y determinen responsabilidades.

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